¿Qué es el estrés?
El estrés se considera un estado de tensión y ansiedad prolongado en el tiempo, que provoca una serie de alteraciones y una sensación de malestar en la persona que lo padece.
El Síndrome de Adaptación General (SAG) de Selye, se basa en la respuesta del organismo ante una situación de estrés ambiental distribuida en tres fases o etapas:
1. Fase de alarma. Ante la percepción de una posible situación de estrés, el organismo empieza a desarrollar una serie de alteraciones de orden fisiológico y psicológico (ansiedad, inquietud, etc.) que lo predisponen para enfrentarse a la situación estresante. La aparición de estos síntomas está influida por factores como los parámetros físicos del estímulo ambiental (p.e. intensidad del ruido), factores de la persona, el grado de amenaza percibido y otros como el grado de control sobre el estímulo o la presencia de otros estímulos ambientales que influyen sobre la situación.
2. Fase de resistencia. Supone la fase de adaptación a la situación estresante. En ella se desarrollan un conjunto de procesos fisiológicos, cognitivos, emocionales y comportamentales destinados a "negociar" la situación de estrés de la manera menos lesiva para la persona. Si finalmente se produce una adaptación, esta no está exenta de costos, p.e. disminución de la resistencia general del organismo, disminución del rendimiento de la persona, menor tolerancia a la frustración o presencia de trastornos fisiológicos más o menos permanentes y también de carácter psicosomático.
La liberación de cortisol, por un fenómeno en cascada, ejerce un efecto de retrocontrol y mantiene un nivel de cortisol estable para evitar que la «máquina se desborde». En paralelo, se produce una fuga de magnesio por la orina.
3. Fase de agotamiento. Si la fase de resistencia fracasa, es decir, si los mecanismos de adaptación ambiental no resultan eficientes se entra en la fase de agotamiento donde los trastornos fisiológicos, psicológicos o psicosociales tienden a ser crónicos o irreversibles.
Los signos nocivos del estrés aparecen: fatiga, ansiedad, pérdida del placer y disminución de las defensas inmunes que bajan y hacen el organismo más vulnerable a las infecciones.
Los papeles clave del cortisol y el magnesio: el círculo vicioso del estrés
Como se ha mencionado anteriormente, el cortisol desempeña un papel clave en la evolución del estrés. Cuando este último se instala en el tiempo, la auto-regulación del cortisol se vuelve deficiente: el organismo produce cada vez más cortisol, está permanentemente activado. Las contracciones musculares aumentan y desplazan el magnesio de las células musculares a la sangre y luego a través de la orina. Ahora bien, una falta de magnesio conlleva una vulnerabilidad al estrés: es el círculo vicioso del estrés!
Magnesio: el reflejo sea cual sea la fase de estrés
Si hay un micronutriente que hay que privilegiar en caso de estrés, es el magnesio.
Si su déficit agrava la reactividad al estrés, un aporte óptimo va, por el contrario, a disminuir las secreciones de las hormonas y mensajeros del estrés e intervenir en la relajación muscular en particular.
Neurofisiología del estrés
La neurofisiología del estrés es un complejo entramado de funciones cuyo centro está en el sistema límbico. Este sistema, que “imprime las calidades emocionales a nuestras experiencias”, cuenta entre sus estructuras con el núcleo caudado, la amígdala y el hipotálamo (Carazo y López, 2009, p. 53). En una situación estresante, opera básicamente de la siguiente manera (Barraza, 2000; Carazo y López, 2009; Sánchez-Navarro y Román, 2004):
El núcleo caudado centra la atención en los estímulos inesperados o fuera de orden.
La amígdala procesa la información sobre lo que está pasando, teniendo en cuenta experiencias emocionales previas; si es el caso, origina una respuesta de defensa con sentimientos de miedo o ansiedad. Si se trata de un estímulo aversivo simple, puede producir una respuesta rápida sin participación de la corteza cerebral.
El hipotálamo estimula las suprarrenales para secretar adrenalina, que incrementa la energía. Si el estrés continúa, el hipotálamo estimula a las suprarrenales para secretar cortisol, que hará que la energía se mantenga.
Múltiples conexiones del sistema con el lóbulo frontal de la corteza cerebral trazan una relación entre la emoción y la cognición. Esta región cerebral al parecer está implicada en la respuesta emocional a estímulos complejos.
Auriculoterapia
El estrés que se prolonga o mantiene durante un cierto tiempo podemos encontrarlo sobre los dos pabellones auriculares del paciente.
Las respuestas y tratamientos que el profesional en auriculoterapia llevará a cabo será tan diverso como lo son los síntomas que el paciente trae a consulta, por lo que los protocolos fijos no son aceptados y un tratamiento individual será aplicado a cada paciente y a cada sesión, según su evolución y respuesta.
La Auriculoterapia propone estrategias diferentes, basada en la neurofisiología y que ya han hecho prueba de su eficacia.
Bases de Auriculoterapia
- Los trabajos e investigaciones llevados a cabo mediante el uso de la auriculoterapia o auriculomedicina de Nogier en Francia, ha demostrado su eficacia a lo largo de décadas, tanto en los programas anti-tabaco como en trastornos emocionales y dolor crónico
- No se utilizan protocolos, sino una búsqueda exhaustiva por detección eléctrica de los puntos a tratar, diferentes en cada individuo y que marcarán la diferencia entre el éxito o el fracaso de la técnica.
- Las agujas utilizadas son agujas semi-permanentes o ASP, estériles y de un sólo uso.
- El tratamiento suele consistir en tres sesiones espaciadas, con un intervalo de dos semanas cada una en los casos simples o de una sesión por semana, necesitando una media de 4 o 5 sesiones.
Profesional Sanitario
Infórmese sin ningún compromiso en el 699 207 902
http://www.ub.edu/psicologia_ambiental/unidad-4-tema-8-2-1
https://www.pileje.fr/revue-sante/stress-fonctionnement-sante