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SÍNDROME DE SUDECK Y ACUPUNTURA



El síndrome de Sudeck es conocido como distrofia simpático refleja (DSR) o síndrome regional doloroso complejo (SRDC). Es una dolencia multisintomática y multisistémica que suele afectar a una o más extremidades, pero pudiera afectar a cualquier parte del cuerpo.

Los traumatismos son la causa precipitante más común (50%), teniendo en cuenta que en un 25% de los casos es de etiología desconocida.

La mejor manera de describirla es comparándola con el daño a un nervio o a un tejido (por ejemplo, fractura de un hueso) que no sigue un patrón de cicatrización normal.

El desarrollo de la DSR/SRDC no parece estar relacionado con la magnitud del daño (una astilla en un dedo puede desencadenarla). Por razones desconocidas, el sistema simpático permanece alterado o hiperactivo después de la lesión. No existe ninguna prueba de laboratorio para diagnosticarla; por lo tanto el clínico debe evaluar y documentar todos los síntomas y signos presentes, con el fin de establecer el diagnóstico. Es crucial diagnosticar esta enfermedad en su etapa temprana, ya que puede extenderse a todas las extremidades, haciendo la rehabilitación mucho más difícil. Si el diagnóstico se hace tempranamente, se puede utilizar fisioterapia, con el objeto de aumentar la movilidad en la extremidad afectada y paliar el dolor crónico y las deformidades permanentes que ocasiona.

Durante la etapa avanzada de dicha enfermedad, el paciente puede experimentar serios problemas psicológicos, dependencia a los narcóticos, o puede llegar a estar completamente invalidado por la enfermedad. El tratamiento de los pacientes con DSR en estado avanzado es difícil y complejo.

La división en estadios evolutivos que se maneja del síndrome de Sudek es un concepto en vía de desaparición, ya que el curso de la enfermedad es tan imprevisible y diferente de un paciente a otro que ésta no es de ayuda en el manejo del paciente.

Las mujeres suelen acusar este mal más que los hombres. Acostumbra a presentarse entre los 40 y los 60 años, si bien se está extendiendo y afecta también a jóvenes y adolescentes.

Aunque puede afectar cualquier parte del cuerpo, lo más frecuente es que se localice en el pie o en la mano. Durante los primeros meses, la piel puede estar caliente o fría al tacto, roja, brillante; el vello y las uñas crecen con rapidez, la parte afecta puede transpirar o mostrar actividad pilomotora (carne de gallina). Más tarde, aumenta el dolor en cualquier movimiento; la piel es hipersensible, fría y azulada, o a veces a clapas; las uñas se rompen y el juego de la articulación es muy limitado. A pesar de que con el tiempo el dolor puede disminuir, el mal continúa haciendo estragos: la piel está tensa y seca, los músculos se atrofian, los huesos se ablandan y la articulación se vuelve rígida.


Además del dolor, los enfermos tienen especial dificultad en el momento de iniciar el movimiento, dificultad que aumenta después del bloqueo simpático (que se cree debida a la desaparición de la rigidez muscular). A veces, cuando hay poco dolor, esta dificultad de empezar el movimiento puede ser el síntoma más notorio. A veces hay una sensación de estiramiento interno, quizás debido a un aumento del tono muscular.

Los signos más característicos de esta distrofia son el rápido crecimiento de las uñas y una hinchazón muy delimitada en la superficie de la piel.

Características clínicas

  • Dolor constante, muy intenso (no se puede soportar ni el contacto con la ropa). Se localiza en una zona que ha sufrido un traumatismo, que puede ser leve o grave.

  • Alteración de la circulación, por exceso o por defecto.

  • Hinchazón con rigidez articular y limitación severa del movimiento.

  • Espasmos musculares.

  • Cambios tróficos en la piel y tejidos subyacentes.

  • Aumento de la sudoración.

  • Más tarde, osteoporosis y atrofia muscular.

A menudo el dolor permanece dos años o más, provocando cambios irreversibles en los huesos y en los músculos -a veces permanece para siempre. Puede extenderse a toda la extremidad o presentarse en la otra simétricamente. También puede presentarse en otra parte del cuerpo, relacionada siempre con un trauma previo.

El diagnóstico precoz es la condición para un tratamiento con éxito. Su objetivo es conseguir una evolución tan favorable como sea posible, hecho que estará en función de que el tratamiento sea tan adecuado como eficaz.

La medicina tradicional china suele conseguir de la primera sesión un notable alivio de la sensación dolorosa, que llega incluso a desaparecer, y encamina el mal, de una forma lenta pero manifiesta, hacia la recuperación de la función.


"La Sangre es la Madre del Qi, el Qi hace circular la Sangre"

En la medicina tradicional china, los dolores postoperatorios corresponden a un estancamiento de sangre. Si la sangre no circula correctamente, no lleva el Yang Qi (calor) a los meridianos que recorren la extremidad afectada.

Por lo que una vez hecho el diagnóstico basado en los principios tradicionales, trataremos el síndrome , particular e individual en cada persona, mediante la técnica acupuntural más adecuada.

En nuestro centro, utilizamos las técnicas acupunturales más actuales y utilizadas hoy en día, como el método Balance, acupuntura de Tung y las más antiguas o ancestrales como el método aprendido de mi maestra la profesora ZHU Miansheng, Tiempo-Punto-Espacio derivado de la cronoacupuntura, así como la Auriculoterapia aprendida de la mano de Raphael Nogier, en Lyon, a quienes tengo tanto que agradecer, por sus enseñanzas.

Las sesiones varían dependiendo de la persona y el estado de la enfermedad, suelen darse 2 sesiones semanales, de una duración de entre 30 y 40 minutos. Los mejores resultados se obtienen especialmente en los estados agudos y principios de la enfermedad.

En ciertos casos, el paciente siente una mejoría de la primera sesión.

Evidentemente, la acupuntura se engloba en el tratamiento global del paciente, siendo un aporte al tratamiento medical o farmacológico, fisioterapia, apoyo psicológico, etc..


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